martes, 23 de diciembre de 2008

Polaroids

"Ten. dedero"




"Ventanita en el cielo"




"Raíces"

sábado, 29 de noviembre de 2008

¿Y dónde?



Nadie me dijo
debajo de qué árbol
me encontraba.

Llevaba ya buscando
en más de cien árboles
de almendros.

Nadie me dijo
por cuál ventana
se había salido todo,

pedacitos de mí
sembrados
en cada diente de león
de su camino.

luna luna




Dile por favor a este peso que se muera,
estas alas llevan en sus vetas plomo.

Mi pie funámbulo sostiene el equilibrio
mientras la luna me llama
a mis baños nocturnos
de leche morada.

Este viento materno
me disuelve las máscaras
y no quiero ser nada.

Dile por favor
que la luna me cante
para que el corazón no muerda
la almohada con sus babas amargas.

Dile por favor
que me convierta en viento
que me disuelva en agua
que no pueda yo tocarte
más que de lejos

y sin que tú lo sepas.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Espera




Así que me puse a esperar

Por ejemplo a esperar las noches
y esperar ese vestido blanco
que el señor de sombrero de campo
estaba haciendo para mí.

Así que me puse a esperar
Por ejemplo el viento y la vuelta
de los jóvenes a las montañas
porque aquel señor me dijo que
que los nuevos ya no recuerdan nada
porque se les olvidaron sus ombligos.

Así que me puse a esperar
Por ejemplo a que un árbol
pasara frente a mí
y en su camino detuviera el paso
y se agarrara de mis pies
y me plantara al piso
y construyera
debajo de mi ombligo
el primer cimiento de mi casa.

Así que me puse a esperar.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Reconocer.

1. tr. Distinguir de las demás personas a una, por su identidad, naturaleza, y sus rasgos propios, como la voz, la fisonomía, los movimientos, etc.




Se me ocurre que buscaba sus palabras como las almendras de una ardilla. Se me ocurre que ella era una ardilla almacenando los adjetivos que le daban. Se me ocurre que no soltaba ni uno y que no los compartía porque esos eran suyos y eran como él la definía: "tu voz, tus movimientos, tu cadencia propia de un pingüino".
Se me ocurre que buscaba ser la especie más rara del árbol porque ahí encontraba su belleza. Se me ocurre que cargaba un costal gigante con su nombre y que una noche la perdió y despertó sin él y sin el nombre. Se me ocurre que por el momento está en la oscuridad y se da de topes contra el árbol…
Pero yo no me preocuparía.

. . . . .





La mariposa blanca
lleva en sus alas
un haiku

Ideograma
de la muerte cíclica

.

La mariposa blanca
lleva calado el tiempo
de un instante

en sus alas
blancas


como la nieve
que se funde en el agua.

jueves, 23 de octubre de 2008

Puentes




Lloro por todo lo que se me ha ido
de las manos con el tiempo.

De las cosas que ya no puedo ver,
como tu cara.

Me gustaría tejer un puente de agua
hasta tus manos,
verte hablar
voz de guitarra.

Guardar en una esponja los olores
de aquellos días
de terciopelo y año nuevo.

Me gustaría tejer un puente a la distancia
a los días que se fueron
con tu cara.

Volver atrás a un día en
que te viera de nuevo en esa silla
y encontrarte dormido junto al agua.

Abuelo,
¿A dónde te llevó ese pájaro?

Te me fuiste de la manos
por el cielo.

Pero aun rondas mis días,
como si fueras viento.

lunes, 6 de octubre de 2008

Cacahuate





Ya sé que no quieres decirlo
Que tu corazón es un cacahuate
Que alguien lo metió ahí dentro
cuando niña

Un cacahuate que retumba poco
y se resguarda en su cubierta
de frutita mexicana

Ya sé que tienes miedo
y que en tu cuevita del insomnio tejes
la armadura del siguiente día

Ya sé que no quieres decirlo
que le tienes miedo al mar
por grande y agresivo

Sé que tu corazón cacahuate
es una granada adentro
roja y grande
pero tiene miedo

No tienes que decirlo
sólo que me gustaría llevarte
al mar un día
para que pisaras
granito por granito
la arena
despacito

Me gustaría guiar tus pasos
hasta el agua
y cargarte de muertito
para que se meta bien adentro
en tu cabeza
el liquido

Que fluya limpia y clara

el agua

como antes del encierro
de tu cacahuate corazón.

martes, 30 de septiembre de 2008

Haiku



Un beso azul
En tus brazos de agua
Bailo en tu cuerpo.

martes, 23 de septiembre de 2008

La serpiente



Amanece el sol en la serpiente
desierto de arcilla
en las olas secas de la tierra

El hombre va mordiendo
el corazón de cuero rojo
de ella
la mujer de arena
desnuda
iguana bajo el sol

Se quedó con el vientre
hacia la tierra
mirada ciega
se fue su corazón

Se lo llevó él
el hombre de leña
cuero rojo
entre sus piernas

supo amargo
supo triste

En el calor de la mañana
la serpiente se repliega
sobre el piso
abandona el cascajo
de su vieja piel

y parte…

nadie sabe bien por qué.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Vacío




El ojo de la luna me mira
Un niño la recorre en bicicleta
Yo voy corriendo detrás de la
conciencia de mis sueños.
Leche lunar de arullos y sortilegios
Eso dijo él: suerte de lejos.
Los brazos de la luna
en mi vientrecasa
y tierrafuerte.
La mujer del lago habita dentro mío
y el viento agita
su cabello de pantera.
Ya nada habrá de mi al mediodía,
tampoco seguirá la hormiga
su camino por el piso.
Se acerca ya la hora
y crece todo en el vacío.

lunes, 15 de septiembre de 2008

el río



Ayer en el sueño te hice un poema
No recuerdo si era tuyo
pero yo creo que sí
porque sonaba como tu río

Tenía el agua el color de tus hombros
y la tierra era húmeda de musgo y playa
como la arcilla pegada a tus pies
de viajero y campo

Ojos grandes de planeta
buscabas los días de invierno
con la torta frita
en las horas muertas de la siesta

Volverá tu tierra
a recordar las aguas turbulentas
del otoño
allá donde te esperan tus raíces
que te cantan por las noches las historias
de luciérnagas

Volverán las lagunas de tus ojos a mezclarse
con los peces y colores
que navegan en el fondo
de las aguas de tu río.

jueves, 14 de agosto de 2008

Es así




















Siempre me presionaron a que hablara
Un payaso sostenía mi boca cual dentista
Abría mis dientes
Retorcía mi muñeca
“¡Habla!”
“¡Dinos algo, carajo!”

Niña de dientes filosos
rumiando en su vientre
todo el odio del mundo
Niña de cabello débil
encerrada en una almendra
protegiéndose en su arena
su mundo
su silencio

“Abre tu cuerpo al flujo”
“Mira que te estás pudriendo por dentro”
Mujer de corazón aplastado
no quiere salir de su boca la palabra floja
a quién le importan las palabras
las historias
y las notas silenciosas

¿Es demasiado desesperante observar unos ojos aterrados?
Un pecho que suelta olas azules de tristeza
una niñamujer con miedo entre las piernas
un cuerpo inmóvil contra la pared

¿A Dios le ofende que haya gente así?
Que a solas lo llama y lanza gritos
para que le escuche
“¡Ei tú! ¿¡Qué quieres de mí?!”
Pero él responde callando

Por qué si Dios calla, ¿Yo tengo que hablar?
Si Él es brisa suave y no fuego y no mar
Por qué no puedo ser silencio
por qué me forzan a gritar

Esta mujer pollo no rompe el cascarón
Por favor respeten su silencio

Y sépanse que existen
personas que son almendras en el mundo
a las que les va mejor callar.

lunes, 11 de agosto de 2008

La tumba de Moisés


Era uno el hombre de la noche. Uno el que cubría su cuerpo con la manta. Uno que no prestaba sus ojos al viento. Uno que enfilaba sus pestañas como cuchillos cortando granos de arena. Nadie más le haría daño nunca.

Ese hombre que era uno caminaba por las calles del desierto. Avenidas de silencio, espacio descomprimido, vegetación muda, todo seco, todo abierto, todo mudo. Ese hombre en su pecho llevaba un nombre. Un nombre de nadie en el pechocorazón. Ese hombre se decía llamar El Loco. Ese era su tatuaje.
Pero lo cubría su ropa, y lo cubría la manta y nadie veía al nombre y el nombre no veía a nadie.

El hombre caminaba con las pestañas auscultando el suelo. Sobre el hombro cargaba un palo. Ese palo sostenía una bolsa y esa bolsa contenía un secreto.
El hombre había partido esa mañana. Se había sentado frente a su tumba. Le había hablado con tono bajo a la lápida como la nota baja de un clavicordio. Había esperado con la oreja pegada al subsuelo. Pero Moisés no respondió. El hombre sacó de la bolsa un pequeño cofre que contenía un puñito de arena y dos conchas de mar pegadas una contra otra que hacían la forma de una mariposa. El hombre dejó la mariposa de mar en la tumba. Tomó la bolsa. Perdón hermano, y se marchó.

Era uno el hombre de la noche. Era uno el hombre Loco que caminaba por la arena fría de la noche, arena fría de la noche en el desierto. Una bolsa en su hombro conteniendo un secreto. El hombre cansado se detuvo a descansar. Sólo un árbol en todo el océano de arena. Contra él colocó su espalda y al lado de él, la bolsa. Cerró los ojos y sintió que de la bolsa salía ella, la de los ojos verdes de laguna, la del lunar amarillo en el corazón. Detrás de ella vino una tormenta que llamó su melena de fiera embravecida, piel terremoto, boca de verdad hiriente, de un tiempo que quiso hacer suyo. Pero lo que queremos no siempre nos pertenece. Y ella era de Moisés.
El Loco caminó abriendo surcos en la arena fría. En la bolsa iba la noche entera y su misterio. Piel desierta de un sueño abandonado. El odio de Moisés y los ojos ahogados del hombre en las aguas verdes de esa mujer musgo.

El Loco no tiene más sol ni más tierra. No tiene más rumbo. El alma de ese Loco lleva al cuerpo a rastras. Sólo Dios supo del temblorterremoto de su alma caída. Hombre Loco en la bolsa va su corazón. Corazón mudo arrepentido. En su desierto azul carga en silencio, todo el amor del mundo.

sábado, 9 de agosto de 2008

La nota












Esta tarde decidí
guardarlo todo en esa bolsa:

los dientes constreñidos
las ojos de sapo
las tiras de resentimientos
empapelados
la ira camaleónica y tirana
los cangrejos lastimeros
la noche en mi pecho
la araña que habitaba en mi garganta
las plumas del cuervo de mi almohada
la canción sedienta de alegría
el reclamo cansado de exigir
el paraguas agujereado de llorar
los gritos con la salsa y el sartén
la alfombra raída de arañar
la vaca miedosa del zaguán

Esta tarde decidí guardarlo todo
y partí directo al mar
quiero devolvérselo a la arena
vuelvo mañana sin la bosa
no me esperes a cenar.

jueves, 7 de agosto de 2008

Corazónciruela













Mi corazón es una ciruela
de esas moradas
que se caen de los árboles
que se quejan mallugadas
por aquellos sentones de la tierra
en la que caen

Esas que también por dentro
traen un gusanito
que va mordiendo despacito
su cara de cáscara amarga
por haber cedido al árbol
por haber doblado sus manitas

Orgullo abollado
no hay berrinche que sostenga
pobre corazón ciruela
protegido
puercoespín.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Cuentos para dormir






















Yo sabía que había magia cuando uno despertaba
y encontraba un caracol debajo de la almohada
que había depositado ahí algún ermitaño
de la noche

Una cajita con frases como nidos
de palabras y pájaros
de esas que se escuchan como cuerdas
de instrumentos finos
que narran historias de otros tiempos
que en el fondo recordamos haber
vivido también
y haber sido arpa
haber sido fuego
haber sido agua

bailando en las hiedras
subiendo con tonos de flauta
escuchando el eco en la cueva
de alguna vieja montaña

Yo sabía que cuando uno despertaba
y encontraba un caracol debajo de la almohada
uno siempre recordaba los sonidos
de otra vida más profunda
cuando los planetas se sentaban a la mesa
a planear un nacimiento

entonces los violines hacían aserrín con sus estrellas
y las cuerdas llegaban al mar y se refugiaban
en los caracoles de la playa

luego llegaba el ermitaño de la noche
y tomaba el de algún niño
y lo ponía debajo de su almohada

para que cuando él despertara
pegara su oreja y también recordara
haber sido arpa
haber sido fuego
y haber sido agua.

lunes, 4 de agosto de 2008

Tengo lluvia en los huesos

















No encontré paraguas
esa tarde salí sin él,
el cielo era negro
y se caía

Salí a buscar granitos de arena
de un tiempo futuro
que pudiera decirme
si en otoño habrá higos

No encontré la arena en la banqueta
ni una sola de tus pestañas bajo la higuera
cayó saliva de una nube
y formó una burbuja en mi cabeza

Hoy tengo lluvia en los huesos

Me dejé llover
hasta caminar como el agua
te esperé en la banqueta
pero buscabas un pez
y yo era sólo agua.

jueves, 24 de julio de 2008

El loco


















Quiero ser el loco
que carga su bolso en el hombro
y escupe energía sexual
a cada paso y cada beso

Estas piernas se han cansado
de conocerse tan poco y
y guardar el relleno del pavo
de todos los años nuevos

Es que ayer me di cuenta
que decir que me conozco
es una mentira desgraciada

Aquello que conozco es el
porcentaje de neurosis con el cual nací
y que he guardado en un frasco de miel
tan sólo para proteger mi identidad

Debí lamer mis abismos hace tiempo
y caminar por las costas enfangadas
a ver si aparecía por ahí
el mapa de mi alma

Debí moverme hacia la luz
y protegerme de mi envidia
para ser fuego divino
vaso receptivo de la gracia

Debí ser cien por ciento todo
y no el avestruz que no se atreve
a cruzar la calle en hora pico

Puedo ser el loco todavía
que ha perdido los bordes de su cuerpo
y que no sabe del tiempo

No saber quién soy
y no encontrar registro de mi nombre
No encontrar mi cara en los espejos
ni los aplausos en las manos de mi padre.

miércoles, 23 de julio de 2008

Ojos de pájaro




















Tú y yo vivimos
en el fondo de un islote
en el que existía sólo un volcán
que se abría cada noche y era

roja
roja arena
y era tierra
tierra nueva

en mi piel que era feliz junto al musgo
en tus brazos de mago
que volaban cometas
todo el mar era nuestro

corazón

pájaro rojo
muy suelto.

martes, 22 de julio de 2008

Poetas del silencio


“En otra vida seremos honestos. Seremos capaces de callar”
Baricco.



Yo creí en el silencio.
Creí en sombreros de copa negros
que contenían las emociones
más profundas de los hombres.

Creí que no me traicionaba a mi misma
si me quedaba en medio de los círculos
escuchando a los demás decir ideas
mientras yo tartamudeaba letras.

Creí que si callaba
y te hablaba con los ojos
entenderías más profundamente
mis palabras.

Creí que no existía más sinceridad
que la de un mimo que observa
y siente el espacio con sus manos.

Creí que estaba bien no decir nada
porque mi cuerpo lo decía todo.
Pero mi cuerpo estaba frío
y nadie lo veía.

Creí que podía hablar contigo,
con mis manos y mi boca.
Decirlo todo callando.

Yo creí que detrás de las caras blancas de los mimos
estaba la voz más pura del silencio,
con la que dialogaba en las noches
cuando de pequeña me volví muda.

Creí que en las pausas de la música
y los silencios largos de la noche
habitaban duendes conectados
a tierras más amables.

Creí que el silencio tenía tonalidades
y acentos
y que no es lo mismo un silencio largo
que uno corto

Ni un silencio en la noche viendo
la luna en tus ojos
que un silencio en el metro huyendo
de extraños.

Yo creía en el silencio
y después de tanto tiempo en esta vida,
aun creo en sus mandamientos.

Y a pesar de que preferiría no hablar,
he aprendido que a veces hay que hacerlo.
Así que pido sabiduría y fuerza
para decir todo lo que pienso.

Pero sólo cuando es preciso,
y no cuando no quiero.
Preferiría ponerme un sombrero de copa negro
y amar a los hombres en silencio.

lunes, 21 de julio de 2008

Hay amaneceres









Hay amaneceres que dan miedo.

Viene la luz que va engullendo oscuridad.

Nunca pensé que la luz me diera miedo,
hasta que lo descubrí,
y tuve miedo de aceptarlo.

Por eso, a veces los amaneceres me angustian
porque están muy vivos,
porque traen un sol muy rojo,
que saca el pecho por delante y no tiene miedo de nosotros.

Porque la tranquilidad del sueño
y mi imperturbable soledad
se ve turbada con el nacimiento de otro día.

(La noche es refugio de silencios
y de palabras que se dicen en secreto a las
esquinas de los callejones más discretos).

Hay amaneceres que me dan miedo.
Porque la angustia se siente en el ombligo
como un espiral infinito de flores que aun no se han abierto.

Hay amaneceres que me dan miedo.

Siempre


















´Siempre´ es este momento
en que mi mano está separada de tu brazo
por micromilímetros.
Este espacio lo contiene todo.

Y el alma estalla de felicidad.
...
(Yo no fui, fue él quien lo dijo.
Y lo dijo todo para siempre).

viernes, 18 de julio de 2008

Aforismos


Corazón:
"El corazón es un infinito de pesadísimas cadenas, encadenando puñaditos de aire".
A. Porchia.

lunes, 14 de julio de 2008

Una aparición

Esa tarde la siesta fue en el suelo.
Detrás de la ventana
los sonidos de vagones.
Llegó volando. No lo vi hasta que estaba enfrente.

(A veces las cosas no se ven hasta que son muy obvias)

Llegó volando.
Movió sus alas como olas de viento
y me miró. Juro yo que me miró.
No era una abeja pero parecía una.
Una más alargada, más grande, más antenosa.
Quise sentir miedo pero no lo tuve.

¿Qué es eso? Me pregunté.
Es un Nichimusino.
Es un Nichimusino: guerrero del aire.

Así me lo dijo la siesta, y yo se lo creí.