sábado, 29 de noviembre de 2008

¿Y dónde?



Nadie me dijo
debajo de qué árbol
me encontraba.

Llevaba ya buscando
en más de cien árboles
de almendros.

Nadie me dijo
por cuál ventana
se había salido todo,

pedacitos de mí
sembrados
en cada diente de león
de su camino.

luna luna




Dile por favor a este peso que se muera,
estas alas llevan en sus vetas plomo.

Mi pie funámbulo sostiene el equilibrio
mientras la luna me llama
a mis baños nocturnos
de leche morada.

Este viento materno
me disuelve las máscaras
y no quiero ser nada.

Dile por favor
que la luna me cante
para que el corazón no muerda
la almohada con sus babas amargas.

Dile por favor
que me convierta en viento
que me disuelva en agua
que no pueda yo tocarte
más que de lejos

y sin que tú lo sepas.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Espera




Así que me puse a esperar

Por ejemplo a esperar las noches
y esperar ese vestido blanco
que el señor de sombrero de campo
estaba haciendo para mí.

Así que me puse a esperar
Por ejemplo el viento y la vuelta
de los jóvenes a las montañas
porque aquel señor me dijo que
que los nuevos ya no recuerdan nada
porque se les olvidaron sus ombligos.

Así que me puse a esperar
Por ejemplo a que un árbol
pasara frente a mí
y en su camino detuviera el paso
y se agarrara de mis pies
y me plantara al piso
y construyera
debajo de mi ombligo
el primer cimiento de mi casa.

Así que me puse a esperar.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Reconocer.

1. tr. Distinguir de las demás personas a una, por su identidad, naturaleza, y sus rasgos propios, como la voz, la fisonomía, los movimientos, etc.




Se me ocurre que buscaba sus palabras como las almendras de una ardilla. Se me ocurre que ella era una ardilla almacenando los adjetivos que le daban. Se me ocurre que no soltaba ni uno y que no los compartía porque esos eran suyos y eran como él la definía: "tu voz, tus movimientos, tu cadencia propia de un pingüino".
Se me ocurre que buscaba ser la especie más rara del árbol porque ahí encontraba su belleza. Se me ocurre que cargaba un costal gigante con su nombre y que una noche la perdió y despertó sin él y sin el nombre. Se me ocurre que por el momento está en la oscuridad y se da de topes contra el árbol…
Pero yo no me preocuparía.

. . . . .





La mariposa blanca
lleva en sus alas
un haiku

Ideograma
de la muerte cíclica

.

La mariposa blanca
lleva calado el tiempo
de un instante

en sus alas
blancas


como la nieve
que se funde en el agua.