miércoles, 28 de enero de 2009



Me da tristeza saber
que la lengua del mar
se lame mis pasos.

Luto



Hay días que me cuesta ser humano
Un luto se extiende sobre las faldas
de la tierra
¿Cuándo es justa la muerte?

Yo a veces no la entiendo
por qué elige a los que toca
por qué envuelve con fuego
al alma del que ora

Hay días en que siento un dolor profundo
por las pérdidas
-Las mías y las ajenas-
como si todas se me cayeran de golpe
como gotas de lluvia en la cabeza

Entonces el pecho se hunde muy adentro
como la cueva más profunda de la tierra
en la que anida la vulnerabilidad del hombre
su soledad
futilidad

Por qué creemos que importan tanto las palabras
o un grito en la bañera
si somos pequeños desvalidos
amargos retoños de la vida
(que suele ser más corta de lo que quisiéramos)

Hay veces que me cuesta ser humano
cuando me ahogo en la pequeñez de un círculo
que yo dibujo con crayola
y luego los gritos de no poder salir
(porque no quiero)

A veces quisiera regalar a todos los que sufren flores
porque lloro con ellos las ausencias
de las mesas servidas con una silla menos
de los nombres que vuelan
como papeles quemados

De los ojos rojos en una banqueta
de la impotencia de no poder comunicarnos
cómo quisiera tan sólo despertar
salir de la estupidez que trae el sopor de la existencia

Hay veces que me cuesta ser humano
y sentir todo el dolor del mundo
latiendo entre mis manos.

viernes, 23 de enero de 2009

Canción de media noche


Rufino Tamayo, "Amigo de los pájaros".



Te dije que cerraras los ojos
La gata está en el borde
de la lluvia
-Mirándonos-
Te dije que cerraras los ojos
mientras mi mano reposa
en tu ombligo
y el silencio lleva un canto
de un colibrí amarillo
que de lejos vio esa flor
que sembramos aquella tarde
en el jardín de un mar
que probamos.

Te dije que cerraras los ojos
porque vendrían noches
oscuras de color morado
y talvez también tuve miedo
pero no te lo dije
para que las olas no nos escucharan.

Te dije que cerraras los ojos
para que el viento viera
nuestra ventana abierta
y se sintiera invitado
a llevarse todas las maletas viejas
del armario.

Te dije que cerraras los ojos
para que vieras todos los lunares
de la tierra
y después te dije: “confía”
porque seguimos caminando
y porque vendrán muchas noches
con jamón serrano.

jueves, 8 de enero de 2009

De noche


Viajero frente al mar de niebla (1818), Friedrich



Creo que cuando me acuesto sobre la cama sola
en una noche silenciosa
la luna me dice cosas distintas

Me llama desde su ombligo al corazón
y yo no la escucho pero comienzo a llorar
por el simple gusto de hacerlo

Como cuando de niña imaginaba guerras
y me metía dentro del closet a rezar
o cuando miraba los volcanes
y caía la lluvia en la ventana
con esa música cubana que ponía especialmente
para llorar

E imaginarme faros solos en el medio del mar
barcos viejos lejanos que me prometían
soledad

Y aunque suene extraño
eso me hace feliz
hablar con la luna
contarle en silencio las cosas que traen
en su centro una melancolía amarilla

De mujer tuberculosa que ama a un soldado
en pleno siglo dieciocho
que le escribe cartas diariamente
mientras muere
sabiendo que no volverá

Creo que cuando me acuesto en la cama sola
en una noche silenciosa
y me llega un viento de arena
estoy tocando una niebla
de muerte en el mar

Pero los ojos se cierran
y la luna desde su ombligo me canta
me arrulla
y me dice que sí volverá.

viernes, 2 de enero de 2009

A



De niña muchas veces quise quitarle
una “A” a mi nombre.
Así cuando me preguntaban
cómo me llamaba
yo lo pronunciaba terminando en una N
como si la A simplemente
me hubiera cambiado
por un circo ambulante.
¡A desaparecida!
¿Por qué lo hacía?
En ese entonces creía que esa vocal
me restaba presencia.
Curioso que relacionara mi identidad
con la ausencia de una letra.

Luna nueva



De la negra noche
surge una luna nueva
Esfera plateada
entre las plumas de un cuervo
Negro
Vacío infinito
en el que coexisten todas mis formas
¿Qué más soy que esta conciencia
que intenta no ser nada?