miércoles, 29 de abril de 2009
Ciclos
(World Press Photo 2008).
Debajo de las piedras, el miedo
Debajo del miedo, la muerte
Debajo de la muerte, la vida
Debajo de la vida, la sombra
Debajo de la sombra, la luz,
Debajo de la luz, la tierra
Debajo de la tierra, el hombre
Debajo del hombre, la duda
Debajo de la duda, la conciencia
Debajo de la conciencia, el amor
Debajo del amor, la luna
Debajo de la luna, el agua
Debajo del agua, la tristeza
Debajo de la tristeza, tu voz
Debajo de tu voz, mis manos
Debajo de mis manos, tu cuerpo
Debajo de tu cuerpo, el viento
Debajo del viento, la fe
Debajo de la fe, las alas
Debajo de las alas
Todos nuestros sueños.
lunes, 20 de abril de 2009
Monte Fuji
Un señor calla
Detrás de la neblina
Quieto vacío.
...
Dicen que el monte es un señor
que tiene un respiro propio
que toma de la tierra
Dicen que se guarda para sí mismo
porque le gusta el silencio de las estaciones
y que se esconde en la neblina
para jugar a no ser visto
Dicen que el monte es tímido
porque no se muestra
pero la gente que se sienta a esperarlo dice
que todo tiene un tiempo propio
de florecimiento
Y entonces un día el señor monte
se descubre
se deja ver
imponente, majestuoso,
cubierto de nieve al pie de un lago
quieto, centrado
Así dura abierto un ciclo de días
luego el viento gris vuelve a cubrirlo
y se va su sonrisa fugaz
tan pronto como el agua
adormece a las flores del cerezo
en su corriente
Dicen que nada permanece
y que todo ha de morir:
La mirada del monte se retira
y vuelve a enmudecer
en la boca de la tierra
hasta su siguiente vida.
jueves, 9 de abril de 2009
Victoria
(Blanca Varela, poeta peruana)
Victoria
Volver el rostro,
no por demasiado tiempo.
¿Fue el ocaso de siempre
o un alba dejada atrás?
Amor,
paisaje que el tiempo corrige sin tregua.
La primavera es breve
a ambos lados del camino.
Siempre
No eres tú.
Siempre yo.
Casa, árbol, dolor,
ventana, pan, baile, temor.
Siempre yo,
Siempre saliéndome al paso.
(Blanca Varela, Canto Villano)
domingo, 5 de abril de 2009
Basta
Hay que jugar a que las palabras no son lo que aparentan
Que no son bloques de concreto ardiente sobre el piso de madera
Marcados y quemados en la piel
Hay que jugar a que las sílabas juntas no tienen ya un significado
Y que puedo decir "muerte" como si en el instante mismo
diera vida a un colibrí
No, nada está de más cargado que aquello que yo violento con mis miedos
Es suficiente el sufrimiento de las tildes para aumentar su peso
Con el plomo de mi lengua
Ya no más letras encadenadas a sonar cada día igual
Como si fueran jaladas por correas invisibles que las forzaran
A ir una tras otra como reos infinitos al corral
Basta de callar la boca
¡Que los sellos exploten como botones de rosas
A punto de convertirse en cerezas tiernas!
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