sábado, 9 de agosto de 2008

La nota












Esta tarde decidí
guardarlo todo en esa bolsa:

los dientes constreñidos
las ojos de sapo
las tiras de resentimientos
empapelados
la ira camaleónica y tirana
los cangrejos lastimeros
la noche en mi pecho
la araña que habitaba en mi garganta
las plumas del cuervo de mi almohada
la canción sedienta de alegría
el reclamo cansado de exigir
el paraguas agujereado de llorar
los gritos con la salsa y el sartén
la alfombra raída de arañar
la vaca miedosa del zaguán

Esta tarde decidí guardarlo todo
y partí directo al mar
quiero devolvérselo a la arena
vuelvo mañana sin la bosa
no me esperes a cenar.

1 comentario:

Rigdrol dijo...

En la olla metimos varios cangrejos que trajistes pegados. Sorpresa del mar, en agua salada sobrevivieron solo los leves elementos transformados. Regresaron sin significado y nosotros mandamos los cangrejos de regreso a la mardre.
Hoy me siento despejado y podría ver kilómetros en tus ojos.